Judd Apatow

Judd Apatow presenta…

Aunque comenzase su labor en la producción de cine y series de televisión a principios de los años noventa, fue al ponerse a los mandos de la comercialmente fallida Freaks & Geeks (solo duró una temporada) cuando además de disfrutar de una serie de instituto fuera de los cánones habituales del genero, tuvimos la oportunidad de saber quién es Judd Apatow y cuál es el mensaje que pretende dejar a su paso. No, no es un profeta, por muy claro que lo tenga, pero si así lo fuese no cabe de duda de que su Génesis, la semilla de todo el grueso de películas y trabajos para televisión que en sus múltiples facetas (productor, director y guionista) ha sacado adelante, sería sin duda esa visión distorsionada de la vida adolescente en el McKinley High School de Michigan. Teníamos por una parte a los geeks, o nerds, obsesionados con Star Wars y mirando a las chicas desde muy lejos con una mezcla de atracción y extrañeza. Tenían su encanto, claro que sí. Pero fueron los freaks, vagos, fumetas y pasotas de la vida en general los que evolucionaron (sí, pasamos del creacionismo al evolucionismo en unas cuantas líneas), o mejor dicho, crecieron hasta llegar a convertirse en los protagonistas absolutos del universo Apatow.

Unos tipos cuya actitud contestataria era hasta comprensible en ese entramado social casi salvaje que siempre nos presentan en los institutos americanos (¿cómo demonios consiguen sobrevivir a eso sin secuelas?), pero que una vez llegada la treintena y sin que se observe cambio alguno en la forma de ver la vida les estigmatiza y señala con el molesto diagnóstico del “Síndrome de Peter Pan”.

Lo de Judd Apatow no es que sea un mensaje demasiado profundo, no es metafísica sobre la vida y la muerte, pero bien mirado para algunos sí que puede ser una losa enorme. ¿De qué estamos hablando? De anclarse en Freaks and Geeks y acabar en Knocked Up (Lío embarazoso, 2007). De ir a comprar alcohol para una fiesta con la esperanza de perder la virginidad, fracasar, cumplir 40 años y refugiarse en videojuegos y muñecos coleccionables. La adolescencia puede llegar a ser traumática, pero se convierte en patológica si la alargamos demasiado, si no sabemos cuándo y cómo ponerle fin. Madurar trae consigo preocupaciones y responsabilidades muy alejadas de aquellos años de confort donde, y prepárense para el tópico americano, lo que a uno podía llegar a darle un gran dolor de cabeza era no encontrar pareja para el baile, o bueno, también llevarse a esa pareja a la cama, para qué nos vamos a engañar.

Apatow ha dirigido tres películas (la cuarta que está por venir es un spin-off de Knocked Up), y en todas ellas prevalece de una forma o de otra el problema de retrasar la madurez todo lo posible. Le ocurre a Steve Carell en 40 year old virgin (Virgen a los 40, 2005) con el sexo como trasfondo, a Seth Rogen en Knocked Up con una paternidad que echa por tierra su poco elaborado plan de vida, y al cómico que interpreta Adam Sandler en Funny People (Hazme reír, 2009), viendo de cerca el final sin haber hecho nada de provecho. Ahora viene This is 40 (Si fuera fácil, 2012), y no hace falta hacer demasiadas conjeturas sobre lo que nos van a contar Paul Rudd y la de siempre, la mujer del director, Leslie Mann: crisis de los 40, educarse a sí mismos antes de educar a los hijos…

Quién sabe si hacer este tipo de películas es algo terapéutico para el director, o incluso autobiográfico, pero el patrón siempre se repite. Eso sí, cambian las historias, y el contexto siempre es estimulante.

Y eso de que los personajes de Freaks and Geeks crecieron con Apatow no es una metáfora, es que son ellos, los Seth Rogen, James Franco o Jason Segel los que han ido apareciendo en todos sus proyectos, desempeñando además diferentes facetas. Los que han seguido con más fervor la senda de Apatow y su eterna melancolía adolescente han sido Rogen y Segel. Como extensión del propio cineasta  han ido firmando guiones como el de Supersalidos (Superbad, 2007) o Paso de ti (Forgetting Sarah Marshall, 2008). Incluso está por llegar para todos ellos el fin del mundo en This is the end (2013), proyecto en el que Apatow no participa directamente, pero no fue otro el que juntó a toda esta generación de cómicos.

Y también hay una extremidad femenina. Es de hecho la que consiguió la primera nominación al Oscar para una película producida por Judd Apatow: Bridesmaids (La boda de mi mejor amiga, 2011). ¿Qué vio la diferente la Academia en la historia escrita por Kristen Wiig? Quién sabe. La traslación de esa filosofía de renunciar a la madurez y aferrarse a tiempos mejores no difiere mucho de lo que ya habíamos visto, salvo por el hecho de hacer protagonistas a las mujeres. Lo que ocurre es que algo tan universal no entiende de sexos.

Hay quien dice que Virgen a los 40 es cine social. Si los académicos lo hubieran visto de esa forma, quizás le habrían dado la estatuilla a Steve Carell.

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