Llueven ranas: Editorial #26

Mirar con hambre

Puede ser por nuestro acuciante desencanto generacional, porque cada dos por tres nos invade el espíritu idiota de Venga Monjas como vía de escape, o simplemente por inmadurez, sea como fuere, nuestra mirada está más cerca de aquellos que descubren el mundo por primera vez que de los otros que cuentan sus primaveras por décadas. En este sentido, septiembre es muy especial para nosotros, supone nuestra particular vuelta al cole después de un verano que ha servido para descansar poco y vivir algunas aventuras en tierras suizas. Y nada mejor para afrontar este nuevo curso escolar que se abre ante nuestros ojos que el advenimiento de la última obra de Richard Linklater, candidato a santo patrón de esta revista -si Paul Thomas Anderson lo permite- a tenor del impacto de sus últimas películas en nuestra redacción, no en vano designamos Antes del anochecer como mejor película de 2013. Boyhood posee esa mirada hambrienta con la que tanto nos identificamos, la de Mason (Ellar Coltrane) que vemos crecer ante nosotros y la de Linklater que lleva veinte años innovando silenciosamente en materia narrativa. El estreno, que cubrimos por medio de diversos análisis, nos lleva a repasar otros experimentos temporales como Las aventuras de Antoine Doinel de François Truffaut y a recuperar el estudio de la Trilogía Before, así como la filmografía completa del director de Austin, esencial para desentrañar su mirada.

Tras hacer balance de lo sucedido en Locarno, donde fuimos el único medio español que realizó crónicas diarias, somos conscientes de la urgente difusión y del estudio crítico que requieren estos espacios para acercar a los espectadores otro cine alejado habitualmente de los estrenos de cartelera, así que desarrollaremos nuestra cobertura de festivales con una identidad que equilibre la balanza entre lo indispensable y lo que merece atención (y muchas veces no la tiene). Estaremos en Donosti para cubrir la 62 edición del Festival de San Sebastián, que puede ser recordada como la del cine español gracias a prometedores trabajos de la entidad de La isla mínima, Magical Girl, Negociador o Loreak, pero como no sólo de largometrajes viven el cine ni el cinéfilo, pondremos el foco sobre el Festival Internacional Curtocircuito, que proyecta en la capital de Galicia una interesante muestra de cortometrajes nacionales e internacionales con una cuidada e interesante línea editorial.

Previamente, y para enriquecer aún más esta vuelta al cole, nos acercaremos a Cádiz para valorar el estado del documental español en la Muestra de Cine Atlántico Alcances, además de seguir de cerca el ciclo 40 años no es nada organizado por Docma, que se celebra estos primeros días de septiembre en la Sala Berlanga de Madrid, una oportunidad de diálogo entre el cine político español del tardofranquismo con el espíritu del 15-M. Completarán el número de septiembre y octubre las habituales columnas junto a las críticas de estreno. Tenemos dos emocionantes meses por delante para saciar nuestra mirada y tratar de reflejarlo en Revista Magnolia, te invitamos a mirar con nosotros.

Antonio M. Arenas y Gonzalo Ballesteros

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