El caballo de Turín
La última película de Béla Tarr podría ser un par de secuencias al estilo de Sátántangó o The man from London, pero en esta ocasión Tarr filma ensimismado hacia un punto demasiado concreto de un paisaje de su obra y lo estira hasta la extenuación, diluyendo un mensaje que debería haberse amparado en una narración mucho más concisa.