El lado bueno de las cosas
El estreno de El Lado bueno de las cosas (David O. Russell, 2012) ha consagrado por fin al neoyorquino como uno de los cineastas más relevantes del mal llamado cine independiente de Hollywood, ya sea por su personalidad tras las cámaras o por el fundamento que sus guiones aportan a un género y una sociedad en constante indecisión y amenaza